Es imposible hablar de máquinas que marcaron la historia o vidas de personas sin mencionar las armas de fuego. En mi caso voy a hablar de una pistola en particular que es muy importante en la historia armera y es realmente una ingeniosa solución mecánica.
La browning Hp35 fue el último diseño sin terminar del tradicional armero John Browning. Su trabajo fue completado por Dieudonné Saive, un diseñador belga de la prestigiosa fábrica nacional de armas (FN) de herstal.
Su nombre completo es Browning High Power 1935. Este nombre es porque fue realizada en 1935, y que, frente a sus competidoras directas, tenía mayor capacidad en el cargador. Tenía 13 disparos frente a los comunes 8 disparos que tenían por ejemplo las Luger P08 y posteriormente las Walther p38 entre otras.
Suele haber confusión por la, a veces usada, denominación GP35 la cual no proviene de General Purpose, como se cree, si no, del término en francés “Grande Puissance”. Después de todo es una pistola belga que se diseñó y produjo para ser adoptada por el ejército francés.
Es curioso mencionar que si bien esta pistola fue diseñada para el ejército francés la misma nunca fue adoptada por el mismo, perdiéndose así esta fuerza de tener la que tal vez fue la mejor pistola de la segunda guerra mundial. Es por esto que la pistola cumple con todos los requerimientos que habían impuesto los franceses. La misma debía tener una capacidad mayor a 10 municiones, y debía tener su cartucho la energía suficiente para matar a un combatiente a una distancia de 50 metros, usando para este fin el calibre 9mm. Además debía poseer seguro de cargador (es decir no se debe poder disparar si no está el cargador colocado). Debía tener martillo externo, un seguro y ser de construcción sólida y sencilla.
A pesar de no ser adoptada por el ejército francés esta arma sirvió en ambos lados del sangriento conflicto que fue la segunda guerra mundial. Fue utilizada entre otros por Inglaterra, Canadá y Alemania. Las alemanas fueron producidas en la ocupada Bélgica y las usadas por los aliados en Canadá.
Soldado alemán con pistola browning hp35.
Al leer estas líneas uno se puede dar cuenta que esta máquina vio mucha acción y mucha de la misma la vio en manos de los míticos comando ingleses y del SAS.
Pero no todo termino para la HP35 cuando acabó la segunda guerra mundial. La misma fue adoptada por un gran número de ejércitos. Siendo la más adoptada en la historia.
La adoptaron ejércitos como el de Israel participando muy activamente en los conflictos en medio oriente y dando nacimiento a técnicas específicas de los mismos para el uso de estas armas.
Pero hubo un ejército que la adoptó y es de nuestro interés. El Ejército Argentino.
Fabricaciones Militares obtuvo la licencia para producir este armamento y lo hizo durante mucho tiempo cumpliendo con todos los estándares de FN en herstal. Esto dio nacimiento a las pistolas que hoy se conocen como brownings bajo licencia. Hay fabricadas sin licencia pero no son de nuestro interés.
Yo tengo la dicha de tener en mí poder de manera legal una FM Browning 9 mm fabricada bajo licencia de FN por la ya inexistente Fábrica de Armas Portátiles Domingo Matheu hace ya más de 30 años.
Para mí es un gran honor tener una que salió de la fábrica Domingo Matheu, ya que él es un antepasado mío y yo soy oficial de reserva del ejército, en el arma de infantería.
Esta realizada toda en acero mecanizado de alta calidad, tiene buenas terminaciones y es extremadamente confiable. A través de los miles de disparos que le realicé debo decir que desconoce lo que es fallar.
Mi primer contacto con la Browning fue a los 13 años en el Liceo Militar General San Martin, del cual egresé, cuando estaba en primer año y recibí instrucción sobre la misma. Debo mencionar que tanto a mí como a muchos otros cadetes nos generaba mucha emoción y ansiedad tirar con esta pistola. Y esto se debía a que si bien recibíamos instrucción sobre la misma en el primer año solo tirábamos con ella cuando ya estábamos más grandes y en la primera compañía un par de años después. La razón era muy sencilla las armas cortas son más peligrosas para la operación que las largas, ya que si bien tienen menos potencia, son más pequeñas y se prestan más para los accidentes.
La instrucción de tiro en el Liceo arrancaba con carabina .22 (isleña), seguía con el fusil de asalto FAL, pasaba por tiro con ametralladora MAG y FAP y terminaba, en lo que es materia de armas portátiles, con la pistola Browning. En esta sección deseo agradecer a quien en ese momento era el Teniente Primero y luego Capitán Basile que se tomó la molestia de enseñarme a mi junto a otros cadetes más de lo que el simple programa exigía. El me enseño más de lo que tenía por obligación y fue muy útil para mi formación como tirador. Recuerdo entre otras cosas que nos hizo tirar por ejemplo con escopeta 12/70, arma con la que el liceo no contaba y él nos prestó.
El arma corta es, a mi entender, para el oficial de un ejército moderno lo que era la espada o la katana para un caballero medieval o un samurái. Es su arma, con la que debe mientras comanda a sus soldados defender su propia vida. (Un comentario, mi abuelo decía, que si un piloto usa su pistola, es porque ya no tiene avión, si un submarinista usa una pistola es porque ya no tiene submarino, si un tanquista usa una pistola es porque ya no tiene tanque y así seguía… demostrando que es un arma de último recurso.).
Volviendo a la máquina en cuestión. Además de salir de una fábrica a la cual le tengo particular cariño por razones familiares, esta fue un regalo de un muy querido amigo (Federico). Me la regaló justamente porque considero que para mí valía mucho por todo lo expresado y la misma necesitaba ser restaurada. Si efectivamente, necesitaba serlo, vino en una caja, toda desarmada con muchísimos faltantes, los cuales con mucha paciencia fui consiguiendo hasta dejarla completa y operativa.
Tuve muchas otras armas cortas. Pero ninguna me trasmite las mismas emociones que esta pistola. Un arma de fuego no es algo que se debe tomar a la ligera, es una gran responsabilidad y creo que tener una debe ser el resultado de una formación integral como persona. Para mí es un honor tener en mis manos una fiel representante producida en nuestro país parte de una tristemente necesitada industria.
Juan Ignacio Escobar Tosi
