Esta serie comenzó con un Fiat (ver “Mi Fiat 600”).
Por eso es justo que continúe con los otros Fiat de “Mi vida llena de autos”.
Aparte de unos pocos ejemplares baratos para uso diario, de los que tenemos una mención especial para el Fiat Uno, tuvimos algunos Fiats especiales.
El más recordado, nuestro Fiat 2300 Berlina Lusso, auténtica “Vettura Ministeriale”de 1961, con motor de seis cilindros, en azul “oficial” con tapizado en paño gris.

Elegantísimo y comodísimo, tan potente y silencioso como agradable de manejar, estaba equipado con dirección hidráulica y un sofisticado sistema de calefacción y ventilación. Antes de pasar a nuestras manos, había pertenecido a la Nunciatura Apostólica (se sentía el “olor de santidad”).

Además, tuvimos un Abarth Fiat 850S Riviera con carrocería Allemano, de 1960. Nuestro amigo Norberto “Coco” Chiappe lo encontró en estado terminal y encaramos una restauración total que devolvió toda su belleza al pequeño convertible.



En esa época estábamos construyendo nuestra casa y, cuando los obreros lo veían llegar – pequeñito, rojo brillante, con su carrocería abierta tan aerodinámica – decían “Vino el auto del ratón Mickey”.

Y finalmente, un Fiat 2000 Spider Pininfarina de 1980 . Gris con tapizado bordó y capota negra.

Los ingleses lo llamaban “el MG B italiano” pero la verdad es que su performance superaba largamente a la del pequeño sport británico. Más bien, con su motor bialbero y caja de cinco marchas se acercaba bastante más a un Alfa Romeo.


