Mi vida llena de autos. El FordA. Miss Daisy

Nuestro Ford A terminado frente a nuestra casa de la Calle Arias

Nuestro Ford A terminado frente a nuestra casa de la Calle Arias

Entre tantos autos viejos, algunos grandes y otros chicos, muchos más o menos deportivos, a veces lujosos pero siempre interesantes, no podíamos resistirnos a la tentación del Ford A.

El Ford A es la felicidad del amante de los autos viejos: por el atractivo estético de su apariencia anticuada, barato para comprarlo, simple de reparar, fácil de encontrar repuestos, económico para mantener, ágil en el tránsito y veloz en la ruta.

Ford A Roadster De Luxe 1931
Ford A Roadster De Luxe 1931

La forma del Ford A es una verdadera belleza por su simplicidad funcional que alcanza para definirlo casi como un auto sport.

Ford A  Roadster De Luxe 1931
Ford A Roadster De Luxe 1931
Ford A  Roadster De Luxe 1931
El creador: Edsel Ford con su padre Henry Ford.
El creador: Edsel Ford con su padre Henry Ford.

Encontramos un Ford A Roadster De Luxe 1931, que  inmediatamente nos conquistó.  Si con el Abarth Riviera teníamos el auto del ratón Mickey, con el roadster ’31 teníamos el auto del pato Donald, sólo faltaban los sobrinitos en el “rumble seat”.  Inmediatamente lo pusimos en las manos de nuestro amigo Norberto “Coco “ Chiappe, para su restauración completa.

Nuestro Ford A en restauración
Nuestro Ford A en restauración

                                                                             Nuestro Ford A en restauración

Quedó muy lindo y funcionó siempre muy bien.

Nuestro Ford A terminado frente a nuestra casa de la Calle Arias
Nuestro Ford A terminado frente a nuestra casa de la Calle Arias

                                                     Nuestro Ford A  terminado frente a nuestra casa de la Calle Arias

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