De la estanciera al DKWW 1000S y el Fiat 1500. Miss Daisy
Espontáneamente mi amigo continuó con su narración, envolviéndose en su sentimiento por los fierros conmovedoramente: “El día de mi cumpleaños…
Espontáneamente mi amigo continuó con su narración, envolviéndose en su sentimiento por los fierros conmovedoramente: “El día de mi cumpleaños…
“Pasaron los años y, en el verano de 1964 yo tenía 17 años. Terrible impaciencia por empezar a manejar. Así que mi papá me dijo “No vas a empezar a manejar hasta que no tengas 18 años y sepas muy bien cómo funciona un auto”. Entonces, para esa Navidad me había regalado mi primer libro de autos: el “Manual de Automóviles” de J. Arias Paz que enseguida coloqué junto a las revistas – ¨Parabrisas”, “Velocidad”, “Quattroruote” y mi favorita: “Road & Track” – que atesoraba desde hacía unos años.
Durante 1984, empecé mi relación con mi amigo del Mercedes Benz 220 SE.
Rápidamente me di cuenta que los autos eran un componente importante en su vida. Su biblioteca y su colección de fotos estaban estructuralmente ligadas a su historia.